La importancia de los regalos en Navidad

Hace poco menos de un mes hemos pasado las fiestas decembrinas, y como todos los años, en un buen número de hogares mexicanos se festeja la Navidad, se acostumbra cenar con familiares y amigos, y entregar algunos regalos a los presentes, pero, ¿Por qué se entregan esos regalos y que simbolizan?
Nuevamente, nos encontramos frente a un origen cargado de tradiciones culturales diversas, y mientras los regalos de Navidad entre los adultos son el resultado de intercambios, los regalos de los niños los reciben de parte de Santa Claus.
Empecemos tratando de reconocer quien es este pintoresco personaje, que cualquier marca que se respete lo ha usado como mensajero de productos y servicios todos los años en época de Navidad.
A pesar de ser un personaje muy conocido en todo el mundo, su origen es difícil de encontrar, al parecer es un personaje creado utilizando mitos paganos, cristianos y conceptos mercadológicos, una sincretización más, que incluye de manera clara el conocimiento del mercado contemporáneo.
Es una recreación moderna cuya composición hace difícil identificar en dónde y cómo surgió este abuelo universal.
Aunque es un caballero pulido y de buena conducta, parece que su pasado es un poco oscuro, se piensa que su origen se encuentra en seres mitológicos un poco crueles como Saturno y Odín (Woden), dioses de las culturas romana y nórdica respectivamente, de quien copió su físico. También, parece que su costumbre de premiar a los niños que se portan bien es el resultado de un antagonismo con un personaje de la mitología de los países alpinos, llamado Krampus.
El Krampus, era un personaje que sabía como castigar a los niños que se portaban mal y su castigo lo impartía azotándolos con ramas de abedul, llevándoselos al inframundo, o si tenía mucha hambre, devorándolos (una similitud con Saturno). Actualmente estos personajes, en algunos países europeos, se presentan juntos y desfilan como parte del festival de las fiestas invernales.
También se dice que, Santa Claus, es en realidad San Nicolás de Bari (o San Nicolás de Myra), un obispo de la ciudad turca Myra, que rescataba doncellas en apuros, revivía niños y era una persona de muy buen corazón, por esas actividades se convirtió en el patrono de enamorados, mercaderes, marineros, estudiantes, ladrones y por supuesto de los niños, pero a pesar de las aseveraciones anteriores, Santa Claus no tiene muchas cosas en común con San Nicolás de Bari, empezando por su indumentaria y sus costumbres navideñas.
Aun cuando la paternidad de cualquiera de estos personajes es dudosa, Santa Claus tiene alguna característica de todos ellos, y tal vez, por esas características, es que este personaje y el Krampus han sido censurados por la iglesia en varios momentos.
De hecho, su imagen ha ido cambiando constantemente hasta convertirse en el anciano risueño y feliz que conocemos hoy en día como Papá Noel o Santa Claus.
Desde mediados del siglo XX, tiene su domicilio en Dinamarca, concretamente en Groenlandia, posee una oficina postal para atender la correspondencia de todos los niños del mundo, se viste de escarlata, lleva una larga barba blanca, usa botas, utiliza un trineo que vuela con ayuda de sus renos mágicos comandados por Rodolfo, y se le empieza a llamar Papá Noel.
Ya vimos que no es un personaje cien por ciento mítico pues no es un mito antiguo, tampoco tiene su origen en un hecho histórico por lo que no podemos decir que es una leyenda, todo parece indicar que nació en los Estados Unidos de América a partir del siglo XVIII, cuando migrantes holandeses llevaron con ellos a Sinterklass, personaje que tiene muchas características similares a Santa, pues es un anciano que viste de rojo, tiene una larga barba blanca y regala juguetes a los niños, la única diferencia es que Sinterklass, tiene un cayado que porta indicando cierto linaje proveniente de pastores.
Para el siglo XIX, concretamente en enero de 1863, en pleno conflicto de la Guerra Civil estadounidense, la revista política Harper´s Weekly con una ilustración de Thomas Nast, presentó por primera vez, a un Santa Claus muy nacionalista, vestido con el patrón de estrellas y barras propios de la bandera de los Estados Unidos de América, en dicha ilustración daba regalos a miembros del ejército.
Nast, en otras ilustraciones de la misma revista, le añadió el trineo y la costumbre de bajar por una chimenea para dejar los juguetes a los niños, finalmente, en el año de 1881, en una ilustración llamada “Merry Old Santa Claus”, le dio la imagen del anciano vestido de escarlata, con una pipa, juguetes bajo el brazo, y con una mochila militar.
En el año de 1931, el artista norteamericano Haddon Sunblum, trabajaba en la Coca Cola Company, y le encargaron un personaje navideño que transmitiera la alegría de las fiestas propias de la época decembrina, para que fuera el representante del emblemático refresco tradicional de la refresquera.
Sunblum, para cumplir con el objetivo depuró la imagen del Santa Claus de Nast, le quitó la pipa y los símbolos propagandísticos correspondientes al ejército de USA, y le añadió el famoso sombrero flexible en forma de cono, los ribetes blancos de piel, un cinturón y botas cafés, así Santa Claus pierde sus características políticas y militares para convertirse en el personaje más relevante de la mercadotecnia de la época navideña del siglo XX.
Con su personalidad alegre, optimista y bonachona, la imagen de Santa Claus de Sunblum se convirtió en un personaje humanizado, con una conducta intachable, alegre, afable, cuyos valores se centran en el cuidado que la sociedad debe dar a las familias y principalmente a los niños, por ello, invita a las personas a disfrutar la Navidad invitando a toda la familia a departir y obsequiar regalos.
En 1959, Sunblum cambia el color del cinturón de Santa y se vuelve negro, el mismo artista en 1961 hace que sus botas también cambien su color a negro.
Entre tanto, Santa se modernizó y salió a pasear por los centros comerciales, se descubrió su gusto por la leche y las galletas, además invitó a los padres de familia a comprar juguetes y otros productos como premios para aquellos niños que han obedecido a las autoridades familiares y sociales, o para demostrar el aprecio que se siente por otros adultos.
Como podemos observar, los regalos de Navidad juegan un papel muy importante en la modificación de la conducta de las personas en general, son una forma de condicionar a través del premio los comportamientos socialmente aceptados en los niños y reforzar los lazos emocionales entre los adultos, es decir, favorecen el aprendizaje de conductas que de ellos se esperan.
Hasta aquí, podemos ver que la costumbre de dar regalos en navidad, tiene dos orígenes: las tradiciones traídas a América por los migrantes holandeses, y el surgimiento de un personaje en la cultura de los Estados Unidos de Norteamérica. Personaje que, a través de la publicidad, empezará a ser partícipe de las fiestas decembrinas en buena parte del mundo.
Desde este análisis, la función del señor Claus es exclusivamente, con los regalos de navidad, premiar el buen comportamiento de los niños y de algunos adolescentes.
Por otra parte, como solo los niños creen en él, simbólicamente se vuelve un ser sobrenatural e inmortal. Esta inmortalidad le permite regresar año con año en su papel de abuelo feliz para personificar la benevolencia de los adultos de la sociedad con aquellos que son buenos y obedientes.
Sino se enseña a los niños a creer en él, no pueden disfrutar de sus regalos, se podría decir que es una deidad exclusiva de los niños, pues Santa Claus se dedica a los pequeños de la familia, sin embargo, en la misma fecha, los adultos intercambian presentes que tienen que ver con el aprecio y aceptación que se tienen entre sí.
De forma un tanto cuanto contradictoria, son los padres quienes hacen que los niños crean en este personaje, con lo que separan el feliz mundo infantil en donde la única responsabilidad es ser bueno, de la cruda realidad comercial del mundo adulto.
Finalmente, un dato no muy agradable, fue que, en pleno crecimiento de los grandes centros comerciales, se acusó a Santa Claus de pagano y hereje pues eclipsaba la verdadera razón de la Navidad, y distraía a las familias creyentes del nacimiento de Jesús, bajo esta acusación, en la Catedral francesa de Dijon, el 23 de noviembre de 1951, se colgó y quemó una imagen de Papá Noel por orden de las cúpulas religiosas.
Este ajusticiamiento público creo una gran polémica e inconformidad en una gran parte de la sociedad francesa, ello debido a que no se tuvo consideración de algunos centenares de niños presentes y por primera vez una sociedad completa se oponía a la tradición religiosa.
En la actualidad, hay maestros y párrocos que siguen insistiendo en decirle a los niños que este personaje no existe, y con ello crean tristeza y confusión en los infantes al generar desconfianza en sus padres y todo adulto que les haya invitado a creer en Santa, sin embargo, para evitar ese trago amargo, se puede explicar que la magia de la Navidad la hacen los padres, tíos y todos aquellos que se preocupan por que Santa Claus, a través de su recreación, siga existiendo y, que mientras ellos vivan seguirán habiendo regalos para los más jóvenes de la familia.
REFERENCIAS
- Boissoneaut, L (diciembre 19, 2018). A civil War Cartoonist Created the modern image of Santa Claus as union propaganda. Smithsonian Magazine. Disponible en https://www.smithsonianmag.com/history/civil-war-cartoonist-created-modern-image-santa-claus-union-propaganda-180971074/
- Lévy-Strauss, C (1952). Traducción del INAH. Santa Clauss en la Hoguera. Antropología Revista Interdisciplinaria del INAH. Núm. 65. Año de edición 2002. Disponible en https://revistas.inah.gob.mx/index.php/antropologia/article/view/4997
- National Geographic en español, (agosto, 2018), La historia del Krampus, el demonio que lleva a los niños al infierno en Navidad. Disponible en https://www.ngenespanol.com/historia/que-es-un-krampus-leyendas-de-navidad/
- OpenAI. (2023). Conversación con el modelo de lenguaje GPT-3.5. Sinterklaas o San Nicolás.
- Wolf, E. (2010). Santa Claus: notas sobre una representación colectiva. Compilado por Velasco. H. en Cuadernos de la UNED. Lecturas de Antropología Social y Cultural. La Cultura y las Culturas. Edit. UNED, Madrid. España. Pp 459 – 468.
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