La Catrina y el misterioso caso del origen y relleno de las piñatas

Desde el 16 hasta el 24 de diciembre se escucha, repetitivamente, una canción infantil tradicional, la cual tiene varias versiones, pero todas ellas son para que los chamacos y no tan chamacos, rompan las piñatas que acompañan cada una de las posadas.

Esa canción, que se llama No quiero oro, invita a romper la piñata desde su primera estrofa: “No quiero oro, ni quiero plata, yo lo que quiero es romper la piñata”; y en la segunda estrofa nos dice el porqué tiene en su interior golosinas y dulces: “Echen confites y canelones a los muchachos que son muy tragones. Y que sirvan ponches calientes a las viejitas que no tienen dientes”, toda la canción es un festejo que recuerda algunas costumbres.

Todos los mexicanos sabemos que es una piñata, que puede ser hecha de barro o cartón, con papel reciclado, y adornos vistosos, sabemos que se rellena sobre todo de dulces, pero también se puede llenar de frutas, de juguetes e inclusive de regalos para adultos, pero, ¿sabemos cuál es su origen?, ¿cuál fue su simbolismo?, ¿tenían alguna función?  La verdad, es que las respuestas a estas preguntas son muy vagas, por no decir que provienen de mitos populares, y que en realidad son todo un misterio.

Para darle un poco de seriedad a nuestra narración, le cederemos la palabra a Yong Chen, estudioso de religión y tradiciones chinas del Colegio de México.

Según Yong Chen, muchos autores afirman que las piñatas fueron utilizadas por primera vez en China, en las celebraciones del año nuevo, y tenían un simbolismo propio del calendario agrícola, el cual era señalar el inicio de la primavera e invocar un tiempo propicio para empezar la siembra y tener una buena cosecha.

Se tiene información de que hace aproximadamente 3 000, en la celebración del Año Nuevo en China, conocido como el Da Chun Niu, se golpeaba la figura de un buey hecho de tierra, relleno de semillas y cubierto de papeles de colores.  Cuando, por los golpes se rompía la imagen, las personas presentes se apresuraba a recoger las semillas y las partes de la imagen, con el objetivo de garantizar una buena cosecha y buena suerte durante ese año.

Se presupone que esta tradición, llegó a Italia (en el Siglo XIV) gracias a Marco Polo, sin embargo, esta hipótesis no ha podido ser demostrada, pues se carece de la documentación histórica correspondiente, no obstante, esta tradición china, se sincretiza con las tradiciones cristianas de la península itálica, y se hará presente en la tradición correspondiente al Domingo de Piñata (domenica della pignatta) que se realiza el primer domingo de Cuaresma, todavía en la actualidad podemos encontrar que en las comunidades italianas de los Estados Unidos se tiene la tradición de romper piñatas y defienden casi a muerte la creencia de que el origen de esta tradición es italiano.

Esperemos que pronto se descubran más hechos históricos que nos permitan conocer más sobre el origen de las piñata, pero mientras hablemos de cómo llegaron las piñatas a México, que de ello si se tiene documentación fidedigna.

En el Siglo XVI, los frailes agustinos de Acolman, son autorizados para celebrar las misas de aguinaldo en Nueva España, que consistían en representar el camino espiritual hacia el lugar del nacimiento de Jesús, eran 9 días de regalos para todos los creyentes, pues con cada misa se acercaban más a conocer a su redentor y con el mejorar su vida. Este camino en realidad es una representación dramatizada del peregrinaje que recorrieron los padres de Jesús desde Nazaret a Belén, y cada día tiene su propio significado: la humildad, la fortaleza, el desapego, caridad, la confianza, la justicia, la pureza, la alegría y la generosidad. |

En el camino, como en la vida misma, se enfrentarán a los siete pecados capitales representados en los picos de las nueve piñatas, esos picos debían ser destruidos y cada que cumplían con esa misión, recibían su recompensa en forma de golosinas y premios, no sin antes cantar y representar algunos pasajes bíblicos, acompañados de pastorelas y villancicos, toda esta actividad se llevaba a cabo en las iglesias.

Y para que no haya duda, te platicaré como era ese proceso, para que pudieran realizar su viaje o perigrinaje, en cada misa se rompía una piñata cuyo cuerpo era una olla de barro adornada con papel de china de vistosos colores, a ella se le añadían 7 conos cuyos picos representaban los pecados capitales. Para destruir los pecados se les golpeaban con un palo y en el camino se rompía la olla dejando caer sus obsequios para quienes habían cumplido con la misión de vencer la tentación y a los pequeños se les ofrecían los aguinaldos que eran bolsas llenas de frutas de la temporada.

A partir del Siglo XVIII, las misas de aguinaldo se llevaron a las festividades decembrinas de las calles de los barrios y a las casas. Recordemos que, en el Siglo XIX, México estaba en una efervescencia social y las misas eran una manera más de demostrar no solo la fe, sino también el lugar que se ocupaba en la sociedad de tal forma que las clases sociales altas y ricas hacían derroche de dinero en fuegos artificiales y fiestas pomposas, donde poco o nada tenían de camino espiritual y generosidad o desapego, era una manera de demostrar su superioridad económica.

Por otro lado, en las calles, donde todo era colorido, adornos de papel de china, luces de bengala, busca pies, cantos, bailes y piñatas tradicionales, las clases bajas celebraban con mucho fervor cada una de las posadas, con su debida representación en cada uno de los nueve días cantando la Letanía para pedir posada en 9 casas que habían sido previamente seleccionadas, así algunos en el papel de los peregrinos y los habitantes de las casas en el papel de los posaderos recreaban las penurias que pasaron María y José en su huida a Nazaret.

Cabe mencionar que, al triunfo de la Revolución en el Siglo XIX, las misas de aguinaldo, cambian su nombre a posadas, como el apellido de mi papá, y en las calles se empezaron a caracterizar por platillos como los buñuelos, el ponche, los tamales, los antojitos.

En la actualidad, aunque la mayoría de las piñatas no son de barro, ni tienen la forma tradicional, y tampoco se respeta el significado religioso original, se han vuelto un simbolismo de la cultura popular de los mexicanos, sobre todo del Pueblo de Acolman en el Estado de México, lugar que hizo posible el origen de la primera piñata en México hace más de 4 siglos y, que desde 1985 celebra la Feria internacional de la Piñata.

Pues bien, ahora entremos en una discusión muy importante ¿qué debe contener una piñata para que se considere buena?

Aunque aquí solo hablaremos de las piñatas para las posadas, es necesario tomar en sideración  tres cosas fundamentales, cuando se rellena la piñata y estas son: si será temática o será para una posada, recordemos que en la actualidad una piñata será muchas veces la invitada central de los cumpleaños de los niños o de la fiesta de la organización en la que se trabaja; una vez que ya se decidió sobre el objetivo de la piñata, ahora  también hay que considerar la edad de quienes la romperán y el presupuesto con el que se cuenta.

Ahora bien, en las piñatas de las posadas hay que tomar en cuenta tanto a chicos como a grandes por lo que es recomendable añadir algunos elementos sorpresa como el confeti y las serpentinas.

Para los niños juguetes, cuide que no contengan piezas pequeñas para evitar ahogamientos, preferentemente frutas de temporada y algunas golosinas como chocolates, gomitas, bombones y paletas, siempre tratando de evitar accidentes. Para los adultos, es menos difícil, las golosinas pueden ser variadas como bolsas pequeñas de dulces o botanas, juguetes vintage, tarjetas de regalo u objetos para arreglo personal.

Ahora, lo único que nos falta, es un buen palo, un lazo o cuerda para colgar la piñata y un lugar donde romper la piñata, los invitados a la posada, romperla y disfrutar de su contenido.

REFERENCIAS

  1. Arcila, R (2022). Rómpela, rompe la piñata.  Ensayo.  Universidad de los Andes. Colombia.  pp. 4-5. Disponible en https://repositorio.uniandes.edu.co/server/api/core/bitstreams/ceb62ac3-5abd-44a5-89c8-55c5a912c18e/content
  2. Chen, Y.  (2015) De Da Chun Niu a la piñata: rastreando el llamado origen chino de una tradición mexicana.   En La nueva Nao: de Formosa a América Latina: reflexiones en torno a la globalización desde la era de la navegación hasta la actualidad. Universidad de Tamkang. pp 109 – 123.  Disponible en   https://www.academia.edu/70290354/La_nueva_nao_de_Formosa_a_Am%C3%A9rica_Latina_Reflexiones_en_torno_al_bicentenario_de_las_independencias_latinoamericanas
  3. Gobierno de México (2023). La piñata, símbolo de la cultura mexicana. Disponible en https://www.gob.mx/siap/articulos/la-pinata-simbolo-de-la-cultura-mexicana?idiom=es
  4. Coro Sinai Gdl. (2016). Tema para pedir posada canto original. Canal de YouTube de Sanram Vicrosr. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=WeZya2R9uNI
  5. Talavera, M. (2022). Video: No quiero oro. YouTube. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=9UxwyV_TAoc

Para comprar el producto teclear aquí

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *